Uno por uno es uno, uno por dos es dos, uno por tres es tres…

Cantando, repitiendo una y otra vez, copiando infinitas veces, de adelante a atrás y de atrás a adelante, sea como sea pero ¡te tienes que aprender las tablas!

Existen incluso extraños artilugios como este que te servirán para entretenerte un rato pero poco más:

Pero… ¿Es necesario estudiar las tablas para saberlas? ¿Y hasta donde? ¿Hasta el 10? ¿Hasta el 12? ¿Hasta el 20?

Supongamos que sí, que hay que estudiarse las tablas. ¿Primero la de 1? Pero… ¿La del 1 es una tabla o no es más que la ordenación de los números naturales?

Bueno, comencemos por la del 2 que se les da muy bien. Eso de contar pares siempre fue fácil. Si siguiéramos por orden vendría la del 3 aunque realmente ya se la saben pues se saben la del 2 y la del 1 y el 3 es lo mismo que 2 + 1. Pero claro, eso implica dominar la descomposición y con ella la suma… ¡Ajá! ¡Ahí está el problema!

Si queremos que memoricen pues bien, que memoricen pero… ¿y si falla la memoria? Si el niño está habituado a descomponer llegará al resultado sin problemas.

Mi hijo mayor (casi 7 años) está muy habituado a trabajar con regletas desde que tenía 3. Eso le posibilita llegar a resultados por caminos muy sorprendentes pero sobre todo por caminos propios.

A él le gusta apoyarse en el 5 siempre que puede. De modo que hace días le pregunté que cuanto era 4 x 7. Ni sabe la tabla del 4 ni sabe la tabla de 7, pero ya ha trabajado en el cole que “x” quiere decir “veces” y razonó en voz alta :

“4 veces 7 es lo mismo que 4 veces 5 y 4 veces 2”. Lo difícil ya estaba hecho. Lo había preparado todo. Prosiguió diciendo “10 y 10 y 8”, para acabar respondiendo “28”.

Muchos diréis: “¡Pobre niño! Le tienen machacado con el cálculo.” O “¡Imposible, será superdotado!”. Nada de eso, es solo que todo empezó como un juego con sus piezas de colores . Ahora su piezas de colores han tomado un valor numérico convirtiéndose en LOS NÚMEROS EN COLOR.regletas de cuisinaire y soroban

Cuisenaire y Gattegno nos regalaron hace más de 60 años una metodología basada en regletas que tenía como premisa fundamental RESPETAR AL NIÑO, SU MODO DE ACTUAR Y SU LIBERTAD.

Pero volvamos al tema que nos preocupa… ¡Qué se aprendan las tablas de multiplicar!

Cuisenaire y Gattegno nos propone estudiar con orden lógico. Por familias de colores.

IMG_20150609_205509

Comenzamos con la “red family”: Tabla del 2, del 4, del 8. O lo que es lo mismo, la del dos, la del doble de dos y la del doble del doble de dos.

Prosigamos con la “yellow family”: La tabla del 5 y la del 10. O lo que es lo mismo, la del 5 y la del doble de 5.

Después con la “blue family”: La tabla del 3, la del 6 y la del 9.

Finalmente la “black family”: que como no podía ser de otro modo es la del 7.

Prueba, compara y si encuentras otro modo mejor para aprenderlas aplícalo.

Pero… ¿realmente es necesario aprenderse las tablas o con saber descomponer tenemos el problema resuelto?