A veces nos ceñimos a los contenidos que las leyes nos van marcando sin tener en cuenta lo que verdaderamente cuenta.
¿No nos damos cuenta lo mucho que cuenta respetar el momento en que el niño se encuentra?
Cuenta con él… Escucha el cuento que te cuenta y luego decide si le motiva más el cuento o la cuenta…
Déjate de cuentas… ¡y cuenta un cuento!
El de los 7 enanitos que no podían ir en fila de 2 ni en filas de 3 ni de 4, ni de 5, ni de 6… ¿Por qué creéis?
O el de los tres cerditos y sus tres casitas que acabaron siendo TRES pero con solo UNA casita. Eran UNO y UNO y UNO pero el lobo llegó y solo DOS casas dejó. ¡Ufff, el cerdito se escapó y a su hermanito abrazó! Ahora son DOS y se sienten muy seguros…Pero el lobo volvió y sopló y sopló…¡Ya solo UNA casa quedó! DOS con UNO se reunió y juntos los TRES se sintieron mejor.
Y colorín colorado esta cuenta ya ha empezado.
Me ha encantado el uso matemático de los cuentos.
Mañana mismo voy a comprobar sí los alumnos de sexto, después de haber estudiado la divisibilidad y los números primos, son capaces de responder a tu pregunta sobre el cuento de Blancanieves.
Gracias.
Genial!!
Ya nos contarás si han sido capaces de ordenar a los enanitos!
Después puedes incluir a Blancanieves a ver de cuántas formas son capaces de ordenarlos.
Gracias por tu comentario.
Los cuentos por mi mismos son un recurso fundamental por su elemento motivador, donde el niño o la niña desarrolla su creatividad, imaginación y potencia sus emociones. Si se utiliza como recurso didáctico en el aprendizaje de las matemáticas, implícitamente nos darán un abanico de posibilidades de desarrollar las competencias básicas tan necesarias para la mejora de capacidades, habilidades y destrezas.
El pensamiento lógico – matemático, la intuición, la deducción… estoy seguro que se pueden trabajar explícita e implícitamente con cuentos tradicionales y populares.
Es magnífico añadirlo a nuestra metodología de trabajo.
Gracias por tu comentario,Rafael!